Mujeres valientes: «Hechos, no palabras»

Ampersand

Igualdad8 de marzo, otra vez, y este año se prevé movidito. Y en esas andaba yo cavilando el otro día sobre la pertinencia de la huelga feminista y su recorrido, cuando recordé dos noticias que había escuchado con pocas semanas de diferencia (y en apariencia inconexas). La primera: un pequeño estudio revelaba que mientras que las niñas tienen modelos aspiracionales masculinos y femeninos, los niños solo tienen modelos masculinos; la segunda: el 55% de los graduados universitarios en carreras de ciencias son mujeres, pero el porcentaje se reduce a menos de la mitad en los cargos de mayor relevancia en las empresas del sector, y el dato aún empeora en el número de cátedras. Ahora es cuando esperan que vincule una noticia con la otra, pero confío en su habilidad para atar cabos.

Aunque ninguneadas y silenciadas por la historia, las mujeres valientes siempre han estado ahí.

Por eso, en lugar de razonar sobre por qué los niños no tienen referentes femeninos ni sobre por qué las mujeres son buenas para estudiar pero no para mandar, prefiero recuperar algunos nombres de mujeres valientes que lucharon por ser libres y no se arredraron cuando en el entorno pintaban bastos. Mujeres célebres o anónimas que contribuyeron a crear conciencia del agravio al que la mitad de la sociedad sometía a la otra.

Y es que la cosa no es nueva: a punto de que se cumplan 200 años del nacimiento de Concepción Arenal (pionera del feminismo cuando aún no existía el término), aquí seguimos. Muchas décadas después llegaría Clara Campoamor (sufragista y defensora de la no discriminación por razón de sexo, del divorcio, y otras causas), Maria Aurèlia Capmany y tantas otras.

Pero la batalla por la igualdad se batía en todos los frentes: la nadadora australiana Annette Kellerman fue detenida por indecente al atreverse a nadar, a principios del siglo XX, con un bañador de una sola pieza, sin enaguas.

Más trágico fue el caso de la sufragista Emily Davidson, cuando en el Derby de Epston de 1913 fue atropellada por el caballo de Jorge V al colarse en la pista con la intención de pegarle un cartel.

En cuanto a desdén histórico se refiere, se cuentan Las Sinsombrero: artistas de la Generación del 27 que fueron borradas de la historia oficial (como le sucedió a María Teresa León, recordada solo por ser la mujer de Rafael Alberti) y que Tània Balló se ha preocupado de recuperar en un documental y un libro. Y existen casos en todos los sectores: todos recordamos a Einstein pero pocos a Mileva Marić, a su sombra, y su aportación a la teoría de la relatividad.

No es este un ejercicio de proselitismo sino de justa memoria. Los niños necesitan referentes de mujeres valientes que ayuden a que las niñas a los 6-7 años dejen de interiorizar los estereotipos de género que la sociedad les inculca.

La lápida de Emily Davidson reza «Hechos, no palabras». Por eso en Ampersand nos sumamos a la lucha y #nosotrasparamos.

mujeres valientes