Entrevista a una traductora

Ampersand

Hoy te traemos una entrada un poco diferente. Nos gustaría que nos conocieras mejor, y por eso te presentamos esta entrevista que hemos hecho a una de nuestras traductoras en plantilla, Mercè. Mercè es traductora jurada del inglés al español, y también traduce del inglés y el francés al español y el catalán.

¿Cómo describirías tu día a día? ¿En qué consiste tu trabajo?

Bueno, la manera de trabajar ha variado un poco desde el año pasado, porque ahora mismo estoy trabajando a distancia. Pero la esencia es la misma: cada mañana, cuando empiezo a trabajar, reviso el correo para ver si los gestores de proyectos me han asignado alguna traducción. Después de comprobar esto, sigo traduciendo si ya tenía algún trabajo asignado, o bien empiezo una nueva traducción. A medida que acabo los trabajos, los voy subiendo a una plataforma de gestión de traducciones para que los gestores los puedan enviar a los clientes cumpliendo los plazos acordados. Principalmente traduzco, pero a veces también hago correcciones e incluso transcripciones.

¿Qué tipo de documentos traduces?

Traduzco muchos documentos jurídicos, como certificados de todo tipo y contratos. La mayoría de estos documentos, además, también son traducciones juradas, es decir, que las tengo que firmar y sellar como traductora habilitada por el Ministerio de Asuntos Exteriores. A veces también hago traducción publicitaria, y entonces tengo que poner a prueba mi creatividad para poder mantener el tono del original en la traducción. Esto a veces resulta difícil, pero con la ayuda de todo el equipo de traducción siempre acabamos encontrando una solución que mantiene la esencia y la intención del original.

¿Cómo traduces? ¿Qué herramientas consideras indispensables en tu trabajo?

Siempre uso un programa de TAO, es decir, un programa de traducción asistida por ordenador. ¡No hay que confundirlo con la traducción automática! Gracias al programa de TAO, tengo a mano todas las herramientas necesarias para hacer un buen trabajo. Este programa utiliza memorias de traducción, y esto me permite ser coherente con otros trabajos encargados por el mismo cliente y con las traducciones de todo el equipo de Ampersand. En este programa, además de los glosarios propios, también se pueden incorporar los glosarios del cliente, para garantizar en todos los casos la mejor elección terminológica. Así pues, gracias a esta herramienta puedo adaptarme mucho mejor a las necesidades del cliente, que al fin y al cabo es lo más importante.

Para mí, el trabajo en equipo también es fundamental para hacer una buena traducción. Aunque ahora mismo trabaje a distancia, sigo en contacto con los otros traductores de Ampersand. Es cierto que la traducción es más bien un trabajo solitario, pero poder hacer consultas a otros traductores es un lujo. Así, siempre que tengo una duda me ayudan a resolverla, y si me encallo en algún punto porque no acabo de encontrar la equivalencia adecuada, me ayudan a encontrarla, como he comentado antes.

¿Qué opinas de la traducción automática? ¿Crees que se acabará imponiendo?

Creo que la traducción automática puede servir para salir del paso. Los traductores automáticos han evolucionado muchísimo en los últimos años, y permiten obtener traducciones que se entienden bastante bien, especialmente entre lenguas similares. Eso sí, aunque las empresas puedan utilizar este tipo de traducción para fines internos, nunca deberían usarla en contratos, materiales publicitarios ni documentos dirigidos a clientes ni socios comerciales, si después no las revisa un traductor humano experto en el tema. Las consecuencias de una mala traducción pueden ser desastrosas para la imagen de una empresa, e incluso pueden tener repercusiones legales. El trabajo de un traductor experimentado y con formación específica son clave para obtener una buena traducción.

¿Consideras que una persona que domine una lengua extranjera podría dedicarse a la traducción?

Bueno, creo que para hacer una buena traducción no solo hay que dominar una lengua extranjera, sino que también hay que tener otras habilidades. Además de un conocimiento avanzado de la lengua que quieran traducir, los traductores necesitan un conocimiento profundo de la lengua a la que traducen, buenas habilidades de documentación, conocimiento específico del tema de la traducción… ¡No es lo mismo traducir un contrato de trabajo que un informe médico! Así pues, la formación y la experiencia contribuyen a obtener traducciones más precisas y profesionales.

Todos los traductores de Ampersand somos hablantes nativos de la lengua de llegada, es decir, solo hacemos traducciones a nuestra lengua materna, que en mi caso son el español y el catalán. Además, estudié la carrera de Traducción e Interpretación, y he hecho cursos especializados en traducción jurídica. Esta formación específica, de hecho, me permitió superar las pruebas para ser habilitada como traductora jurada.

 


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Fotos: RODNAE Productions, Andrew Neel, Cottonbro